Resumen
En 2009, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la que decía estar «convencida de que la humanidad puede y debe vivir en armonía con la naturaleza». La resolución expresaba su preocupación por la degradación medioambiental documentada y el impacto negativo en la naturaleza derivado de la actividad humana. La resolución invita a los Estados miembros a considerar la cuestión de la armonía con la naturaleza.