Resumen
Alrededor de 2010, la nación Secoya, una pequeña nación indígena de Sucumbíos (cantón de Shushufindi), firmó un contrato con la empresa Palmeras del Ecuador para crear una plantación de palma africana. La empresa aconsejó a la comunidad que pidiera un crédito a la Corporación Financiera Nacional (CFN) para comprar las semillas y completar las plantaciones. La CFN aportó una financiación inicial y en 2010 la Secoya taló 180 hectáreas de bosque nativo para plantar la palma africana. Durante la tramitación del crédito de la CFN, se descubrió que la Secoya no había obtenido el permiso del Ministerio de Medio Ambiente para cortar el bosque autóctono (exigido por el artículo 78 de la Ley Forestal). Alegando violaciones de los derechos de la naturaleza (por la tala de bosque autóctono), en 2011 el Ministerio de Medio Ambiente multó a la comunidad con 375.000 dólares para pagar la restauración de la zona. Al imponer la multa, el Ministerio de Medio Ambiente citó los artículos de la Constitución relativos a los derechos de la naturaleza, incluidos los artículos 10, 71-73, 321, 396 y 397.