Resumen
Esta decisión es uno de los tres recursos interpuestos contra la decisión de conceder a Genesis autorizaciones de recursos hídricos para que el proyecto hidroeléctrico Tongariro Power Development Scheme («TPD») pueda seguir funcionando. Esto se refiere a las masas de agua de las cabeceras de los ríos Whang’hu, Whanganui y Moawhango que desembocan en el lago Taupo y luego en el río Waikato. El núcleo de este caso tiene que ver con el efecto sobre los maoríes y su cultura y sus puntos de vista sobre el mantenimiento de la ecología y la calidad del agua de los ríos y tales consideraciones en el marco de la RMA. La decisión reconoce que el efecto del desvío sobre el Tikanga Maorí tiene una dimensión tanto espiritual como física. Aunque la decisión real sobre el plazo de las autorizaciones fue revocada posteriormente en el caso Genesis Power Ltd contra el Consejo Regional de Manawatu-Wanganui de 2006, esta primera decisión contiene un debate profundo e importante sobre la conexión de los maoríes con estos ríos. Desde el párrafo [85], la decisión discute Te Awa Tupua y principios similares que la Ley Te Awa Tupua ha implementado ahora, a pesar de que esta decisión es anterior a la Ley Te Awa Tupua de 2017. El Tribunal consideró que el efecto más perjudicial de ambos desvíos para los maoríes ha sido el de la wairua o espiritualidad del pueblo. Quitar una parte del río (por ejemplo, el agua o la ribera) es quitar una parte de la iwi. En el párrafo [55] «…El efecto del desvío sobre los maoríes de Tikanga tiene una dimensión tanto espiritual como física. La dimensión espiritual subyace en los vínculos genealógicos y ancestrales del pueblo con su río y sus afluentes, desde sus montañas ancestrales hasta el océano. Esto incluye conceptos como mana, mauri, kaitiaki y tapu. Estos conceptos espirituales están vinculados e interrelacionados con conceptos físicos como la forma y la ecología del río, que afectan a importantes actividades culturales como la pesca». El Tribunal tuvo que sopesar los importantes efectos que el TPD ha tenido sobre los maoríes frente a la contribución que el plan hace a la producción de electricidad a nivel nacional. El Tribunal consideró que los intereses de los maoríes podían ser tenidos en cuenta reduciendo el plazo de las autorizaciones de 35 a 10 años; sin embargo, esta decisión fue recurrida y revocada por la decisión de 2006.