Resumen
En 2011, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución para promover la armonía con la naturaleza. Reconoce la necesidad de reforzar los conocimientos científicos sobre los efectos de las actividades humanas en los ecosistemas. También invita a los Estados miembros a ayudar a los esfuerzos de los países en vías de desarrollo mediante la creación de capacidades y el apoyo técnico. La resolución reafirma «que los cambios fundamentales en la forma en que las sociedades producen y consumen son indispensables para lograr el desarrollo sostenible mundial y que todos los países deben promover modelos de consumo y producción sostenibles».