Resumen
En 2009, los ciudadanos de Shapleigh, Maine, adoptaron una ordenanza que prohíbe la extracción de agua por parte de empresas dentro de su jurisdicción, reconociendo los derechos de la naturaleza y reconociendo a la naturaleza como «personas» a efectos de hacer valer estos derechos (2). La ordenanza declaraba que «las comunidades naturales y los ecosistemas poseen derechos inalienables y fundamentales a existir, florecer y evolucionar de forma natural en la ciudad de Shapleigh». (1). El pueblo promulgó esta ordenanza después de que Nestlé quisiera extraer agua de las tierras que comparten Shapleigh y Newfield.