Resumen
El 19 de diciembre de 2022, la ciudad de Langley, Washington, firmó una Proclamación no vinculante en la que se declaran los derechos de las Orcas Residentes del Sur, que incluyen «el derecho a: la vida, la autonomía, la cultura, el paso libre y seguro, el suministro adecuado de alimentos procedentes de fuentes naturales y la ausencia de condiciones que causen daños físicos, emocionales o mentales, incluido un hábitat degradado por el ruido, la contaminación y la polución.» La Proclamación también reconoce que «se reconoce que la Naturaleza y todos los seres vivos… y los ecosistemas de los que dependen, poseen derechos inherentes, entre ellos a existir, florecer, evolucionar, regenerarse, recuperarse y ser restaurados».
La Proclamación describe el apoyo de la ciudad de Langley a la acción de los gobiernos locales, estatales, federales y tribales que garanticen y hagan efectivos los derechos inherentes de las Orcas Residentes del Sur.
Esta Proclamación sigue a proclamaciones similares realizadas dos semanas antes por las ciudades de Port Townsend y Gig Harbor, Washington, los días 5 y 12 de diciembre de 2022.
La campaña para el reconocimiento de los derechos de la Orca Residente del Sur está liderada por el Earth Law Center (ELC) y su socio, Legal Rights for the Salish Sea (LRSS), para proteger y recuperar su población y los ecosistemas de los que dependen. El objetivo a largo plazo es el reconocimiento a nivel estatal de los derechos inherentes de la población. La campaña se puso en marcha en 2018 y en 2022 el ELC creó un modelo de resolución que sirve de base para las posteriores proclamaciones a nivel local.