Resumen
La IPBES es un organismo intergubernamental independiente creado en 2012 que cuenta con más de 130 gobiernos miembros. Las evaluaciones de la IPBES analizan indicadores cuantitativos y cualitativos sobre la valoración de la Naturaleza con el fin de proporcionar a los responsables de la toma de decisiones y a los políticos evaluaciones científicas objetivas sobre la biodiversidad, los ecosistemas y la sostenibilidad actuales del planeta. El último informe de la IPBES (2022) considera los derechos de la Naturaleza y el valor intrínseco de la misma (es decir, independiente de las personas como valor) como elementos que deben estar presentes en la elaboración de políticas públicas medioambientales.
El informe concluye que el cambio transformador de todo el sistema hacia la sostenibilidad y la justicia es más probable cuando los valores de la naturaleza se incorporan a los instrumentos de la política medioambiental, y cuando esos instrumentos son «lo suficientemente integradores y adaptables como para tender un puente entre las visiones del mundo» (30).
Recomienda que «reconocer y respetar las cosmovisiones, los valores y los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas y las comunidades locales, así como las instituciones que apoyan sus derechos, territorios o intereses, permite que las políticas sean más inclusivas con respecto a la forma en que diferentes personas viven, se relacionan y valoran la naturaleza, lo que también se traduce en mejores resultados para las personas y la naturaleza». (6).
Considera que «los enfoques basados en los derechos han incorporado los diversos valores de la naturaleza en las leyes y constituciones locales y nacionales (por ejemplo, los derechos a un medio ambiente sano, los derechos de la naturaleza, los derechos de la Madre Tierra, los derechos de entidades específicas como los ríos, los lagos, las montañas)», y que éstos se inspiran en los pueblos indígenas y las comunidades locales (30).
De ahí que el informe determine que los instrumentos de política medioambiental sociocultural, consuetudinaria y basada en los derechos -en particular los derechos de la Naturaleza- tienen más potencial para apoyar las transformaciones sistémicas (30-31).