Resumen
En 2008, la ciudad de Halifax (Virginia) adoptó una ordenanza que modificaba el código de la ciudad para oponerse a la minería corporativa «con el fin de proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los residentes…[and] el medio ambiente». La ordenanza reconoce el derecho de los residentes al autogobierno, a un medio ambiente sano, a la integridad de su cuerpo, a los medios de subsistencia y al hogar, al patrimonio cultural y al agua. La ordenanza también reconocía que las comunidades naturales y los ecosistemas poseen derechos inalienables y fundamentales a existir y prosperar dentro de la ciudad (6).