Resumen
El 15 de octubre de 2019, la Iniciativa de Cabeceras Sagradas de la Amazonía (ASHI) de la Alianza de Cuencas Sagradas -una alianza de más de 30 pueblos y nacionalidades indígenas de la Amazonía ecuatoriana y peruana, junto con organizaciones de la sociedad civil- publicó la Declaración para la Protección de las Cabeceras Sagradas de la Amazonía, en la que se pide «el reconocimiento y el respeto de los derechos de los pueblos indígenas, los derechos de la naturaleza y la búsqueda del bienestar colectivo -también conocido como Buen Vivir o Vida Plena» (1). La declaración también pide el fin de los modelos de desarrollo explotadores y destructivos, e insta a una «transición justa hacia una civilización postextractiva, plurinacional, intercultural y ecológica»(1).
La Declaración establece:
«Pedimos apoyo para nuestra iniciativa y visión, que tiene sus raíces en la cosmología indígena y busca en su fase inicial proteger permanentemente 74 millones de acres (30 millones de hectáreas) de bosques tropicales en las cabeceras del poderoso río Amazonas: las cuencas de los ríos Napo, Pastaza y Marañón de Ecuador y Perú, una zona denominada las Sagradas Cabeceras del Amazonas: Territorios para la vida. Esta región es el territorio ancestral de más de 20 de nuestras nacionalidades y pueblos indígenas, algunos en contacto con la sociedad dominante y otros que aún rehúyen el contacto. Nuestros pueblos originarios han conservado estos bosques durante milenios debido a nuestra profunda interconexión intrínseca con nuestra tierra, como ha sido documentado por una amplia evidencia científica». (1)
La Declaración es un llamamiento urgente al apoyo mundial para proteger 74 millones de acres de selva amazónica de la destrucción debida a la expansión de los gobiernos de Ecuador y Perú de nuevos combustibles fósiles, minería y desarrollo industrial a gran escala en regiones críticas de la cabecera del río Amazonas. Esta región es el ecosistema de mayor diversidad biológica del planeta y una región crítica para garantizar la estabilidad del clima mundial.
Sobre la Alianza de Cuencas Sagradas:
«Desde tiempos ancestrales, los pueblos y nacionalidades indígenas de la Amazonía han utilizado la alianza como figura política para enfrentar las adversidades y conflictos que puedan surgir en sus territorios.» Históricamente, las antiguas culturas que habitan las Cuencas Sagradas no sólo se han visto amenazadas por las guerras, sino también por la contaminación y las consecuencias perjudiciales de la actividad extractiva. Consecuente con este sentido, en 2017 se conformó la Alianza de Cuencas Sagradas por varias nacionalidades y pueblos indígenas de Ecuador y Perú, junto con organizaciones de la sociedad civil, con el propósito de proteger de manera permanente más de 74 millones de hectáreas de selva amazónica, donde viven 600 mil personas de más de 30 nacionalidades y pueblos indígenas. «Así, uniendo fuerzas, deciden enfrentarlos juntos, entendiendo que no hay fronteras ni nacionalidades. Todos son hijos de la misma selva, del Amazonas» («Sobre nosotros»).
PUEBLOS, NACIONES Y NACIONALIDADES INDÍGENAS
Achuar
Shuar-Wampis
Kichwa
Siekopa’i
Sapara-Arabela-Ikitu
Andoa
Waorani
Kijus
A’i Kofán
Siona
Shiwiar
Ashaninka
Awajún
Bora
Chamicuro
Shawi
Huitoto
Kakataibo
Kandozi
Kapanawa
Yine
Kukama Kukamiria
Maijuna
Matsés
Muniche
Murui-muinami
Quechuas
Shapra
Shiwilu
Shipibo – Conibo
Yagua
Urarina
Yaminahua
PUEBLOS INDÍGENAS AISLADOS
Taromenani
Tagaeri
Feromenani
Punanujuri
A’ewa
Aushiri
Avijiria