Resumen
El 22 de febrero de 2024, el Parlamento Federal de Bélgica votó a favor de un nuevo código penal para el país que, por primera vez en Europa, incluye el reconocimiento del delito de ecocidio tanto a nivel nacional como internacional. A escala nacional, el nuevo delito de ecocidio, destinado a prevenir y castigar los casos más graves de degradación medioambiental, como los grandes vertidos de petróleo, se aplicará a las personas que ocupen los puestos más altos en la toma de decisiones y a las empresas. El ecocidio se considerará un delito grave de nivel seis en la nueva escala de penas (que tiene ocho niveles). El castigo para los particulares puede incluir hasta 20 años de cárcel, mientras que las empresas podrían enfrentarse a multas de hasta 1,6 millones de euros. Bélgica es ahora el duodécimo país que incorpora el delito de ecocidio a su legislación.
Sin embargo, el nuevo proyecto de ley tiene un alcance nacional limitado. En Bélgica, la legislación medioambiental nacional es principalmente responsabilidad de los tres gobiernos regionales de Flandes, Valonia y Bruselas. El ámbito de aplicación de esta nueva ley se limita a las áreas de competencia de la autoridad federal belga, como el Mar del Norte y la gestión de residuos nucleares.
En julio de 2021, se presentó al Parlamento belga un proyecto de resolución para incluir el ecocidio en el Código Penal belga, pero en diciembre de 2021, el diputado belga Samuel Cogolati presentó una propuesta de ley para introducir el concepto. En mayo de 2022, la Comisión de Expertos belga aconsejó incluir el ecocidio en la revisión del Código Penal. La definición que propusieron es: «cometer deliberadamente un acto ilícito que cause daños graves, generalizados y duraderos al medio ambiente a sabiendas de que dichos actos causan tales daños». En noviembre de 2022, el gobierno belga propuso formalmente su inclusión, medida defendida por Zakia Khattabi, ministra de Medio Ambiente. El 20 de julio de 2023, el nuevo delito de ecocidio se incluyó oficialmente en el nuevo proyecto de código penal, siendo necesaria la aprobación del Parlamento para que se convierta en ley.
Una coalición de más de 20 organizaciones que operan en Bélgica se unieron en torno a esta cuestión, entre ellas Stop Ecocide International, Greenpeace, Canopea, Rise for Climate, Youth for Climate, Climate Justice for Rosa, the Climate Coalition, Fondation européen pour le droit du vivant, Kaya, Extinction Rebellion y Grandparents for Climate.