Resumen
En agosto de 2017, las autoridades ecuatorianas encontraron en la Reserva Marina de Galápagos un barco chino -Fu Yuan Yu Leng 999- con 6626 tiburones muertos de varias especies protegidas en peligro de extinción a bordo. Se trata del mayor decomiso de tiburones (y de buques) en la historia de las Islas Galápagos. La tripulación fue detenida y condenada por una Audiencia Provincial ecuatoriana por transportar especies protegidas y fue multada con aproximadamente 6,1 millones de dólares. El veredicto fue apelado y la tripulación fue procesada por un delito contra la vida silvestre por la muerte de más de 6.600 tiburones protegidos y en peligro de extinción. La Corte Nacional de Ecuador estableció la responsabilidad penal por el transporte no autorizado de fauna marina protegida dentro de un área natural protegida. El tribunal ordenó el pago de 5,9 millones de dólares en concepto de reparación del ecosistema y condenó a la tripulación del barco chino Fu Yuan Yu Leng 999 -el barco que transportaba a los tiburones- a entre 1 y 4 años de prisión.
El ministro ecuatoriano de Medio Ambiente, Tarsicio Granizo, afirmó que «esta sentencia es coherente con la política de tolerancia cero ante el irrespeto a nuestra soberanía y a nuestros más elementales principios como nación, ya que Ecuador reconoce en su Constitución (2008) a la naturaleza como sujeto de Derechos». Esta sentencia marca un precedente en materia jurídica medioambiental, a nivel nacional y regional».