Resumen
En 2011, People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) presentó una demanda de medidas declaratorias y cautelares contra Sea World ante el Tribunal de Distrito del Distrito Sur de California en nombre de cinco ballenas orca, Tilikum, Katina, Corky, Kasatka y Ulises, que viven en cautividad en Sea World. Las cinco orcas eran las demandantes en el pleito. PETA alegó que la tenencia por parte de Sea World de orcas capturadas en estado salvaje violaba la 13ª enmienda de la Constitución estadounidense, que prohíbe la esclavitud y la servidumbre involuntaria. PETA alegó que su confinamiento suprime las «tradiciones culturales de los demandantes y les priva de la capacidad de tomar decisiones conscientes y del enriquecimiento ambiental necesario para estimular mental y físicamente a los demandantes para su bienestar». (2). Sin embargo, el tribunal dictaminó que PETA no estaba legitimada porque la 13ª enmienda sólo se aplica a los seres humanos.