Resumen
En Suiza, una niña menor de edad -de 11 años- argumentó que los niños menores de edad tienen derecho a votar en asuntos medioambientales para defender sus vidas, y reclamó derechos de voto en asuntos medioambientales para ella y para las abejas silvestres para detener la destrucción de la naturaleza. En Suiza, casi la mitad de la población de abejas silvestres está en peligro. El caso se refería a si debía concederse a las abejas silvestres y a los menores el derecho político a votar en la iniciativa sobre biodiversidad propuesta. La votación formaba parte de una iniciativa popular federal, que permite a los ciudadanos proponer cambios en la Constitución Federal suiza, una vez recogidas 100.000 firmas válidas en 18 meses. Basó su demanda en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, especialmente en la Observación nº 26 de 2023, en la que el Comité de los Derechos del Niño confirmó que los niños tienen derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. La niña argumentó que el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, tal como está salvaguardado en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, incluye los derechos de la naturaleza y, por tanto, también los derechos de voto de la población de abejas silvestres suizas, en peligro de extinción. El 2 de octubre de 2024, el Consejo de Gobierno del Cantón de Zúrich rechazó la petición. El Consejo de Gobierno argumentó que las abejas silvestres no son titulares de derechos básicos y, por tanto, no pueden reclamar derechos políticos. No se hace referencia a ninguna norma jurídica en la que se base este supuesto. Sin embargo, hicieron referencia al artículo del Prof. Kunz, página 999, apartado 2 (¿Los animales como titulares de derechos básicos?). El Tribunal Supremo Federal de Suiza deberá decidir ahora si las abejas silvestres y los niños menores de edad deben tener o no derecho político a votar en la iniciativa sobre biodiversidad. Los votantes suizos ya rechazaron la iniciativa sobre biodiversidad el 22 de septiembre de 2024, con un 63% de votantes en contra. La iniciativa sobre biodiversidad pretendía impulsar la financiación pública para animar a los agricultores y otras personas a reservar tierras y cursos de agua para dejar que la naturaleza salvaje se desarrolle más, y aumentar la superficie total destinada a espacios verdes que deben permanecer intactos al desarrollo humano. Los defensores de la iniciativa sobre biodiversidad señalan las amenazas que se ciernen sobre abejas, ranas, aves, musgos y otros animales salvajes.