Resumen
El 2 de agosto de 2024, en una decisión pionera, el Tribunal de Distrito de Erfurt sentó un precedente jurídico al reconocer los derechos de la naturaleza, lo que supuso la primera sentencia de este tipo en Alemania. El caso se centró inicialmente en un asunto de emisiones diésel de perfil bajo, pero el tribunal dio un giro inesperado y amplió su alcance aplicando la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, interpretando que la Carta amplía las protecciones más allá de los humanos para incluir a las «personas ecológicas». El juez Dr. Martin Borowsky afirmó que, dada la urgencia de cuestiones ecológicas como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, es esencial reconocer los derechos de la naturaleza. La Carta se interpretó como un «instrumento vivo» adaptable a las amenazas contemporáneas, que permite al tribunal reconocer el derecho de la naturaleza a existir, regenerarse y preservar sus ecosistemas. En particular, el juez destacó que el texto alemán de la Carta utiliza «persona» en lugar de «ser humano», lo que implica que los ecosistemas naturales pueden ser sujetos jurídicos con derechos. El juez también argumentó que el reconocimiento de los derechos de la naturaleza apoya la garantía de la dignidad humana del artículo 1 de la Carta, al garantizar que las personas puedan vivir libremente y con dignidad en un medio ambiente sostenible en el futuro. Las partes fueron informadas de esta interpretación el 18 de diciembre de 2023, y el 6 de junio de 2024 se celebró una vista oral centrada en las implicaciones del reconocimiento de los derechos de la naturaleza.