Resumen
En 2008, la junta de supervisores del municipio de Packer (Pensilvania) adoptó una ordenanza por la que se prohibía la aplicación de lodos de depuradora por parte de las empresas y se regulaba la aplicación de lodos en tierra por parte de los habitantes del municipio. La ordenanza también reconocía los derechos de la naturaleza. En 2012, el Fiscal General decidió que la ordenanza interfería con las operaciones agrícolas normales y no estaba autorizada, y el Fiscal General presentó una petición de revisión. Los supervisores votaron a favor de derogar la ordenanza.