Resumen
En 2015, dos residentes de Filipinas, en casos separados, intentaron representar a «mamíferos marinos residentes», incluyendo ballenas dentadas, delfines, marsopas y otras especies de cetáceos, que viven en el ecosistema del Estrecho de Tañón. Los administradores impugnaron una decisión legal que permitía la prospección petrolífera en el Estrecho de Tañón, alegando que reducía la cantidad de peces en el Estrecho de Tañón. El tribunal estuvo de acuerdo en que los demandantes estaban legitimados para demandar. El tribunal también anuló el contrato de la petrolera y todos los permisos relacionados con la exploración de petróleo en el Estrecho de Tañón.