Resumen
En 2011, un informe del Secretario General se basó en las contribuciones realizadas por un diálogo interactivo de la Asamblea General. El informe subraya que debe producirse un gran cambio cultural para lograr la armonía con la naturaleza: «Hemos elegido definirnos en términos de cosas, y son precisamente las cosas las que nos impiden alcanzar nuestro pleno potencial, realizar nuestra interrelación con la naturaleza, avanzar hacia el desarrollo sostenible y, en definitiva, vivir una vida en armonía con la naturaleza.» Concluye subrayando que «debemos aceptar que nosotros mismos somos una parte intrínseca de la naturaleza». El informe recomienda a los Estados miembros que consideren una declaración que reconozca el valor intrínseco de la naturaleza y su capacidad de regeneración, que inviten a representantes a dar sesiones informativas a los responsables de la toma de decisiones y que sigan mostrando el trabajo que se está realizando para avanzar en el desarrollo para todos en Armonía con la Naturaleza.