Resumen
En 2008, Ecuador adoptó una nueva constitución, cuyo preámbulo «celebra» la naturaleza, definida en términos del concepto indígena andino Pachamama, y declara el objetivo de construir «una nueva forma de convivencia pública, en diversidad y en armonía con la naturaleza, para lograr el buen vivir, el sumak kawsay». De este modo, la constitución pretende crear una base para un enfoque posneoliberal del desarrollo enraizado en el concepto indígena de sumak kawsay, o «buen vivir» en español. La Constitución reconoce los derechos de la naturaleza como parte de un conjunto de derechos que se presentan como herramientas para lograr este objetivo del sumak kawsay.