Resumen
En 2006, el municipio de East Brunswick (Pensilvania) adoptó una ordenanza que prohíbe a cualquier empresa utilizar lodos de depuradora para fertilizar sus tierras. La ordenanza también reconoce que «las comunidades naturales y los ecosistemas poseen derechos inalienables y fundamentales a existir y prosperar dentro del municipio de East Brunswick» y considera a las comunidades naturales y a los ecosistemas como «personas» a efectos de hacer valer esos derechos (4).
Sin embargo, el Fiscal General revisó la ordenanza a petición de una corporación de cultivo de árboles y determinó que la ordenanza no estaba autorizada y presentó una petición en el Tribunal de la Commonwealth solicitando la invalidación de la ordenanza. El tribunal invalidó la ordenanza, alegando que la ley estatal se oponía a ella.