Resumen
En 2018, la prohibición de las peleas de gallos como parte del proyecto de ley de protección animal del estado de Veracruz fue impugnada por la industria local de peleas de gallos, alegando que la prohibición viola el derecho a la cultura y a la propiedad, entre otros derechos humanos. Una sentencia del Tribunal Supremo declaró que «ninguna práctica que implique el maltrato y el sufrimiento innecesario de los animales puede considerarse una expresión cultural protegida por la constitución [federal] «. Esta norma sentó un precedente para el reconocimiento de los derechos de los animales no humanos.