Resumen
En 2008, Atkinson, New Hampshire, adoptó una ordenanza que hace hincapié en el autogobierno local y declaró que el agua de los residentes se mantiene en el fideicomiso público como un recurso común para ser utilizado en beneficio de los residentes de Atkinson y de los ecosistemas naturales de los que forman parte. La ordenanza reconoce los derechos de la naturaleza y considera a las comunidades naturales y a los ecosistemas como «personas» a efectos de hacer valer los derechos de la naturaleza (3).