Resumen
En 2014, la ONG belga Klimaatzaak (Caso del Clima) presentó una demanda contra el gobierno belga y los gobiernos de las regiones de Valonia, Flandes y Bruselas-Capital ante el Tribunal de Primera Instancia de Bruselas, argumentando que las inadecuadas políticas climáticas de estos gobiernos constituyen una violación de las normas de atención, así como de los derechos humanos y de los niños. En 2019 se presentó una intervención voluntaria en la que se nombraba directamente a 82 árboles concretos como coadyuvantes en el caso. El 17 de junio de 2021, el Tribunal de Primera Instancia de Bruselas consideró que los gobiernos habían incumplido efectivamente su deber de diligencia al no adoptar las medidas necesarias para prevenir los efectos nocivos del cambio climático, pero se negó a fijar objetivos específicos de reducción por motivos de separación de poderes. Klimaatzaak recurrió la sentencia de primera instancia en noviembre de 2021 porque el tribunal no estableció objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Klimaatzaak espera una respuesta de los distintos gobiernos.